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Piedras y Bronces. Hombres y nombres
Los destinos de la Ergástula
Variaciones sobre el mismo tema (La Ergástula)
por Martín Martínez
Véase en relación con estos artículos El horreum publicum de Astorga, mal llamado Ergástula, de Ignacio Fidalgo.
Los destinos de la Ergástula
Con los primeros pasos del 97, hemos dejado atrás un bisiesto muy parco en días fastos, y si el refrán es válido (muchos lo son) éste ser un año de bienes porque lo hemos tenido de nieves. Municipalmente debe ser el año del Melgar donde las cosas andan más que torcidas en esas interminables obras; de la Ludoteca que no ha tenido mejor suerte; el año de la Arquelogía¡a o de esas murallas tan necesitadas ellas de un cuidado más profundo por las administraciones, las pobres tan abandonadas.
Ha de ser, indefectiblemente el año de la Ergástula, ya recuperada, después de tantos años con un destino singular para un espacio singular. Porque nada mejor que un destino cultural para el resto romano más espectacular de la ciudad; el Centro Marcelo Macías demostró, ya en el 95, con la Ronda Literaria, cómo este edificio podría ser aprovechado y las intenciones van por ese camino.
Demostrado, esperemos que definitivamente, que es un criptopórtico, la costumbre seguirá nominándola como Ergástula, destino que cumpliera cierto tiempo, y por tanto este nombre puede ser aceptado sin repugnancia.
¿Cuáles fueron sus destinos, cuáles sus funciones a lo largo de los siglos? Hagamos un repaso. Aparte de haber sido un espacio de ocio y recreo como criptopórtico en la época romana, en la Alta Edad Media cumplió las funciones carcelarias; así al menos lo indica un documento del Cartulario de Carracedo del año 1.187. En esta fecha el rey Fernando II dona a Velasco Fernández, y su mujer, una casa que fue cárcel antigua, y en cuya descripción se entiende, perfectamente, que se refiere a este singular edificio; de tal manera que esta finalidad del edificio romano proporcionó datos al callejero astorgano, y la que hoy conocemos como calle del Sr. Ovalle, se llamaba calle de la Cárcel por la ubicación de ésta.
Y con este cometido de cárcel se utilizó hasta el año 1.892 fecha en la que se inauguró el edificio construido en Juego de Cañas, solar que hoy ocupan los Juzgados y el Hogar del Jubilado. En este tiempo y para sufragar los costes del nuevo edificio, se vende la Ergástula y la edificación que sobre ella se asentaba, a los propietarios colindantes, quienes así se reparten y dividen el túnel que se hará aún más misterioso. Y así, por esas ventas y porque don Matías Rodríguez nos lo dejó escrito, como testigo directo de la época, hay que hacer algunas matizaciones; porque la cárcel, propiamente dicha, estaba en el edificio que cubría la Ergástula, hacia la parte de Sr. Ovalle, donde, por cierto, recientemente ha desaparecido un tramo que no pudo demoler el comprador del mismo, el industrial Sr. Pallarés, constructor del edificio que hoy alberga el bar Plaza. Ya hacia San Bartolomé, y también sobre la bóveda, se asentaban las dependencias del carcelero y las del Peso público, derribadas hace unas semanas; en definitiva que la cárcel estaba situada encima de la Ergástula.
Ésta, según Martín Fuertes estudioso investigador de la historia astorgana, ya en la Edad Media era utilizada como cuadra, con acceso a la misma por la plaza de San Bartolomé, donde se comprueba, fácilmente, la demolición practicada del muro de cierre para proporcionar este acceso, ahora que se ha limpiado la zona; en el siglo pasado (nos lo apunta don Matías) era el establo de una famosa fonda, llamada de Noriega.
Hacia la parte de Sr. Ovalle, en el siglo pasado, y seguimos los recuerdos de aquel excepcional maestro y cronista astorgano, se abrió una ventana a la que el Ayuntamiento puso una fuerte reja, pues allí decidió, por entonces, instalar el depósito del vino.
Si don Matías nos asegura que la Ergástula estaba, absolutamente cerrada por ambos extremos, ¿se puede asegurar con absoluta rotundidad que esto fuera un criptopórtico? Los arqueólogos y expertos tienen un arduo e interesante trabajo a desarrollar en estos próximos años para desvelarnos parte de la historia astorgana.
Finalmente y hasta hace bien poco tiempo, este espacio que se habían repartido los vecinos, por compra, tenía utilizaciones diferentes, aunque siempre como un anejo devaluado de la vivienda, como carbonera, almacén de cartonajes u otros menesteres.
Además de estos últimos destinos, la Ergástula ha sido, pues, lugar de ocio romano, cárcel, establo, peso público, estanco de vinos; y al cabo de dos mil años recupera su sentido público y ser un espacio cultural para disfrute y goce de todos los astorganos. Albricias.
(El Faro Astorgano, 17/1/97)
Variaciones sobre el mismo tema (La Ergástula)
Hace ocho d¡as, en esta sección escribía sobre la Ergástula y dejaba en el aire una pregunta; ésta: ¿se puede asegurar, con absoluta rotundidad que esto fuera un criptopórtico? Los arqueólogos y expertos tienen un arduo e interesante trabajo a desarrollar en estos próximos años para desvelarnos parte de la historia de Astorga.
Vaya por delante una aseveración; es mi más profundo respeto y admiración para los arqueólogos, cuyas conclusiones, para mí son, casi, dogma de fe. Pero es que esa cándida pregunta que me planteaba en el anterior articulillo, se me había ocurrido en otras ocasiones y, además, han sido varias las personas que, en estos días, me han pedido profundizar en la cuestión. Y como soy lego en la materia la traspaso a quien corresponda; por mi parte, y basado en ese respeto y admiración que acabo de manifestar, acepto sin reparos, la teoría actual de que es un criptopórtico, como se aceptó hasta ahora la de una ergástula planteada por Pedro Rodríguez y Matías Rodríguez, corroborada por José María Luengo y admitida, sin discusión, hasta hace poco más de diez años, basándose en aquello de cárcel antigua. Ahora bien, como profanos que somos la gran mayor¡a en esta materia, y no tener acceso a una explicación detallada de la nueva teoría, sería muy interesante que los expertos nos la pudieran explicar, si no punto por punto, que sería muy tedioso para ellos, sí a grandes rasgos para tener una mínima comprensión.
Porque está, aún, en el recuerdo de los astorganos cómo hace ya años algún arqueólogo, y estoy seguro que con la mejor intención científica, aunque se decía que para contradecir al patriarca don José María Luengo, databa este edificio en la época medieval. Es más, el citado arqueólogo, leyendo erróneamente un texto de la Historia de Astorga, de Matías Rodríguez, en su página 797 y siguientes, malinterpreta a su gusto y asegura que don Mat¡as da como sinagoga lo que conocemos por Ergástula; y nada más lejos de tal interpretación, ya que el venerable cronista astorgano anota la existencia de la ergástula como una cita para delimitar la aljama jud¡a de la colación de San Bartolomé.
Y ahora vamos por partes:
Don Matías nos lo deja claro; conoció el túnel totalmente cerrado, también por Sr. Ovalle; luego si estaba absolutamente cerrado, mal podría ser un criptopórtico, o deambulatorio, anexionado al foro.
Sin embargo, y aunque podamos creer a un testigo directo como nuestro historiador, existe una fotografía de fecha indeterminada, conocida por todos últimos del XIX, primeros del XX), en la que la ergástula, por la parte de Sr. Ovalle, está bien abierta. ¿Fue ello cuando el Sr. Pallarés derribó parte de la misma y eliminó más de lo que dice don Matías? ¿O es que por esa zona nunca estuvo cerrada y la ventana que cita el cronista se abrió sobre un muro que no era romano?.
Y una última pregunta que deberán aclarar los políticos que en aquella época gobernaban. ¿Cómo es que falta un buen tramo de la ergástula?
Las otras aclaraciones, si el recinto estaba totalmente cerrado, o por el contrario ten¡a algún extremo abierto, corresponde a los arqueólogos e investigadores, como ya se ha dicho. A ellos queda encomendado.
Martín Martínez
Publicados en El Faro Astorgano en 1.997