Tejedor de fantasías

26/08/19
Obituario / Enrique RAMOS
Astorga ha perdido a Jalisko.
Lo hemos perdido todos, porque formaba parte de ese microuniverso de la ciudad en la que unos pocos cosen con sus pasiones ese tejido social que siempre está aunque no siempre se vea.
A pesar del lastre de su enfermedad, Jalisko era un ser incansable en la creación: siempre concibiendo proyectos, siempre buscando cauces de expresión y siempre dando voz y contenido a lo que cabía entre su corazón y su mente.
Se ha ido en medio de las fiestas como si quisiera dejar un recuerdo aún mayor para que pasado mañana cuando alguien no se acuerde cuándo nos dejó, siempre podamos decir: "fue en Fiestas".
Con Jalisko perdemos todos una tajada de esa idea colectiva de la ciudad que nos ha hecho ser distintos y creérnoslo.
Cuando Caronte le dé el alto, en lugar de moneda, le cantará y le entregará una de sus fotos creativas para tener asiento VIP en su barca. Seáte la tierra leve.

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